LA SIRENA ENVEJECIDA
El título de este blog es parte de un verso del poema de Luís Cernuda Las sirenas.
Lo leí, por primera vez, hace más de veinte años y puedo decir que, todavía hoy, conserva para mí la misma atmósfera mágica y dramática a la vez. Es curioso cómo un poema tan cargado de simbolismo, metáforas, lecturas, referentes literarios y muchas otras reminiscencias de la poesía occidental se ha posado (cual complicada mariposa sobre una humilde flor) en este blog dedicado al haiku.
"Y sentían en si con resonancia honda
el encanto en el canto de la sirena envejecida"
Lo leí, por primera vez, hace más de veinte años y puedo decir que, todavía hoy, conserva para mí la misma atmósfera mágica y dramática a la vez. Es curioso cómo un poema tan cargado de simbolismo, metáforas, lecturas, referentes literarios y muchas otras reminiscencias de la poesía occidental se ha posado (cual complicada mariposa sobre una humilde flor) en este blog dedicado al haiku.
No sé que traviesa sinapsis es la que ha provocado esta asociación de ideas, aparentemente antitéticas: poesía occidental // poesía oriental, la individualidad exacerbada // el camino del zen. A mi modo de ver, son dos senderos diferentes que intentan aprehender la esencia, lo absoluto, la belleza, la íntima conexión con la “otredad”.
Entiendo la práctica del haiku como una filosofía, una visión de la vida, más que como un género literario. Plasmar en 17 sílabas una instantánea, puede no ser demasiado dificil, pero sí lo es que ese poema se convierta en un camino a lo esencial, a la belleza o a la expresión del amor por el universo y sus criaturas. Yo llamo momento haiku a esa breve iluminación que algunas veces nos posee al observar una escena, un objeto y su entorno, un ser vivo, un paisaje... Fugaces momentos en los que una sencilla visión te deslumbra con una lucidez absoluta: formas parte de todo y disolverte en ese Todo ya no te da pánico.
Para percibir los momentos haiku hay que vivir, el mayor tiempo posible, en un estado de “consciencia”, llevar activada una alerta en la conciencia y darse cuenta del aquí y ahora. Esa identificación te permitirá abrirte hacia la interconexión de todas las cosas. El haiku te encontrará a tí, no al revés, pero tienes que estar predispuesto.
Este blog quiere ser una modesta aproximación a esta forma poética. Muchas veces no seré rigurosa, ni con la forma, ni con el tema, ni con el espíritu del haiku. Cuento con ello. Pero la forma de aprender es caminando. Inicio esta incursión por la senda de un bosque fabuloso y desconocido, siguiendo piedrecitas y huellas dejados por otros viajeros más sabios. Empieza hoy, aquí.
La aprendiz de haijin
“Un haiku es como señalar la luna con el dedo.
Si el dedo está cubierto de anillos,
Si el dedo está cubierto de anillos,
la gente mirará los anillos y no la luna.”
Robert Blyth
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